"Ave María Purísima: me acuso de ser yo por todas partes..."
Hoy me siento con ganas de ser completamente yo. Siento como que desperté de ese sueño que me absorbía la vida y energía. Días pasados me sentí débil, sin fuerza, sin ánimo de nada y sin ganas de todo. El domingo pasado, lo clasifico como uno de los peores días de mi vida. Y no quiero si quiera recordar la fexa. Pues, cuando pongo fechas y nombres, las cosas se quedan para siempre, y eso es demasiado. Aun hasta para mí. Por eso me gusta pensar en la muerte. Es lo más sano.
Lo único que hice o lo que más hice esta semana fue extrañar a mi libro Diablo Guardián, quizá porqué lo tiene él, fue lo primero que pensé, el que fue mi Salomé. Pero, sincerándome conmigo misma y con ustedes, pues no, no era eso. Si no que las novelas delirantes me funcionan bastante bien, más que los libritos de 25pesos para superación personal... así que nada, extrañaba a la putita de Violeta Schmidt porque por alguna razón, me sentí parte de esa historia, de su historia que a fragmentos parece mía. Y no por puta, cabe decir, si no por el constante ir y venir de todo y nada. Esa búsqueda de, ella al menos sabia qué, pero yo ando en busca de mi búsqueda... (refiriéndome a días pasados) o sea que un personaje tiene más sentido que yo!? jodeeer! Estoy mal! Eso creía y aparentaba.
Sin ganas de ver al Nefas me conseguí el libro en internet, y aunque no es lo mismo un libro pixeleado, me ha servido un poco. Aunque sigo extrañando a mi libro el Diablo Guardián, el original.
Anoxe sin ganas de fregarme a mi misma, sólo probarme lo decidido, pasé mi prueba de fuego.
Y me invadió una tremenda sensación de tranquilidad y liviandad. Es lo más parecido que aventar un muerto que se arrastra a la fosa común.
Después de días en silencio, aislamiento y lenta agonía: Daniela, aguantó el domingo más largo de su vida con un teléfono celular en la mano, el no marcarle para aunque-sea-escuxarlo... no, vamos, aguanta poco que ya va a amanecer!
Daniela aguantó el silencio más fuerte y el más fino. Ese que quebranta los huesos.
Daniela aguantó el silencio del otro y aunque sabiendo que ese silencio gritaba otras cosas, lo respetó.
Daniela bajó a su infierno. A rasgar el velo en el altar de Salomé.
Daniela quemó incienso mientras recordaba y guardaba lo guardable.
Daniela se regreso su voluntad, su alegría e independencia.
Daniela bajó a su propio abismo. El más oscuro, el más frío, el más denso y el más confuso, porque ahí estaban sus peores demonios.
Pero Daniela regresó, porque se dio cuenta que ese abismo, si de verdad quería llegar al fondo no la llevaría a nada. Y entonces, como un cuento de hadas llevado a la realidad espontáneamente. Me levanté y volteé a la salida del abismo, porque a fin de cuentas era mío, y dije: Aquí y Ahora.
Y aquí estoy, CON GANAS DE TODO, SIN MIEDO A NADA.
Porque finalmente te seguiré amando en mis recuerdos, pero por nada cambio el presente. Me gusta ser yo, a todas horas, en todos lados y en todos momentos.Tenías razón... finalmente gana siempre mi egolatría.
Lo único que hice o lo que más hice esta semana fue extrañar a mi libro Diablo Guardián, quizá porqué lo tiene él, fue lo primero que pensé, el que fue mi Salomé. Pero, sincerándome conmigo misma y con ustedes, pues no, no era eso. Si no que las novelas delirantes me funcionan bastante bien, más que los libritos de 25pesos para superación personal... así que nada, extrañaba a la putita de Violeta Schmidt porque por alguna razón, me sentí parte de esa historia, de su historia que a fragmentos parece mía. Y no por puta, cabe decir, si no por el constante ir y venir de todo y nada. Esa búsqueda de, ella al menos sabia qué, pero yo ando en busca de mi búsqueda... (refiriéndome a días pasados) o sea que un personaje tiene más sentido que yo!? jodeeer! Estoy mal! Eso creía y aparentaba.
Sin ganas de ver al Nefas me conseguí el libro en internet, y aunque no es lo mismo un libro pixeleado, me ha servido un poco. Aunque sigo extrañando a mi libro el Diablo Guardián, el original.
Anoxe sin ganas de fregarme a mi misma, sólo probarme lo decidido, pasé mi prueba de fuego.
Y me invadió una tremenda sensación de tranquilidad y liviandad. Es lo más parecido que aventar un muerto que se arrastra a la fosa común.
Después de días en silencio, aislamiento y lenta agonía: Daniela, aguantó el domingo más largo de su vida con un teléfono celular en la mano, el no marcarle para aunque-sea-escuxarlo... no, vamos, aguanta poco que ya va a amanecer!
Daniela aguantó el silencio más fuerte y el más fino. Ese que quebranta los huesos.
Daniela aguantó el silencio del otro y aunque sabiendo que ese silencio gritaba otras cosas, lo respetó.
Daniela bajó a su infierno. A rasgar el velo en el altar de Salomé.
Daniela quemó incienso mientras recordaba y guardaba lo guardable.
Daniela se regreso su voluntad, su alegría e independencia.
Daniela bajó a su propio abismo. El más oscuro, el más frío, el más denso y el más confuso, porque ahí estaban sus peores demonios.
Pero Daniela regresó, porque se dio cuenta que ese abismo, si de verdad quería llegar al fondo no la llevaría a nada. Y entonces, como un cuento de hadas llevado a la realidad espontáneamente. Me levanté y volteé a la salida del abismo, porque a fin de cuentas era mío, y dije: Aquí y Ahora.
Y aquí estoy, CON GANAS DE TODO, SIN MIEDO A NADA.
Porque finalmente te seguiré amando en mis recuerdos, pero por nada cambio el presente. Me gusta ser yo, a todas horas, en todos lados y en todos momentos.Tenías razón... finalmente gana siempre mi egolatría.
