jueves, julio 21, 2011

esta sensación...

que no sentía desde no-sé-cuándo... estas ganas de todo, sobre todo de ti. Sin miedos, mucho menos a él.
El sentirme en el vientre del cielo.
Como si la vida me diera esa sonrisa de Mona Lisa, esa sonrisa de complicidad, haciéndome saber que todas esas decisiones que tome en días pasados fueron precisas porque me trajeron aquí. aquí donde estoy ahorita. Aquí y ahora. Como si no hubiera un después. Que todo ese duelo no fue en vano ni tampoco eterno. Que ha terminado.
Esta noche duermo con el sabor de su sonrisa en mis labios.


ESCUXESE: qué bonita es esta vida, Margarita, la diosa de la cumbia