jueves, agosto 03, 2017

De la importancia de las los buenos hábitos y buenas costumbres.

Mi manía por escribir de madrugada me es inherente, somos una. Toda mi vida, desde que recuerdo, he sido más productiva por las noches, y hasta la fecha. Lo cual, es una pena porque mi trabajo se aplica por las mañanas. Después de tantos años, sigo sin acostumbrarme a levantarme temprano, nunca lo haré, supongo.

Confieso que conforme han pasado los años, he perdido los buenos hábitos de la escritura, eso sí, mi ortografía ha mejorado. Bastante. Pero eso no justifica mis silencios aquí entre pixeles y allá por el papel pero en mis letras. No me justifico, pero de unas semanas para acá me he venido haciendo a la idea de revivir viejos hábitos y buenas costumbres, como el escribir, que, en algunos momentos, confieso me era un vicio, uno de mis vicios más decentes o confesables, casi casi exhibibles.

Regreso a uno de los conceptos que tanto me gusta "Tiempo", tiempo que mide al hombre pero el hombre sigue creyendo que mide al tiempo. Tan grande el concepto y lo bajamos a eso, un concepto y pasa a ser sólo eso, tiempo. 

Tan relativo, tan preciso, tan volátil, tan exacto.

Tiempo para dormir, tiempo de soñar, tiempo de y para, pero no hay, nunca hay, sin embargo es.

Supongo que sólo a través del sueño es que se desafía el tiempo, del sueño y los sueños. Y las drogas, porque es el efecto que se busca, alterar la realidad es alterar el espacio y tiempo, sobre todo el tiempo.

Ahora entiendo mi obsesión con el tiempo y el sueño y la noche y el silencio.

Todo es tan relativo. 

ESCÚCHESE: Pulsar, Gustavo Cerati.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio