lunes, agosto 01, 2016

Agosto.

Hoy ya es agosto y con él comienza el recuento de mi año, estoy a unos días de mi cumpleaños. Anoche, cuando vi la fecha en la pantalla de mi celular, 01 de agosto de 2016, me entró una nostalgia terrible. Y sinceramente no por mí o por la edad o por lo que va del año, que ya ha sido bastante. Sino porque será mi cumpleaños y no recibiré la llamada, el mensaje y mucho menos la visita como había venido siendo desde hace 16 años. 
Por 16 años fuiste una persona fundamental en mi vida, ahora debo acostumbrarme a que eres un recuerdo. Y me aterra el llegar a confundir la realidad con la ficción y ya no saberte dónde empiezas o terminas y comienza mi desvarío, y es que eras tan perfecto. Por eso te amé hasta el cansancio aunque nunca me cansé.
No podré agradecer las lecciones de vida que me diste, al menos no todas, algunas sí alcancé a agradecerte en vivo, en vida. Por eso mismo te dije "te quiero" todas, absolutamente todas las veces que me fue posible, y sé que no te quedaba duda alguna de qué tanto te quería, te quise y te voy a querer siempre. Porque hace unos meses, 6 para ser exactos, te convertiste en eterno y así mi amor por ti. ¿Por qué sigo escribiendo como si me fueras a leer? La costumbre, como también quererte llamar para contarte algo, buscarte, enviarte un mensaje, un correo, alguna imagen graciosa, verte en todas partes y escucharte en todas las canciones. Eres eterno, etéreo y omnipresente. Siempre en donde sea, en todas partes, hasta en los lugares que jamás estuviste ni estarás, sin embargo, estás. 
Seguiré escribiendo de ti como si fueras la mejor de las epopeyas, eres épico en mi vida. Eras mi diablo y el mismísimo vientre del cielo. Son tus ojos el mejor lugar donde he estado y donde quisiera pasar la eternidad misma. Entre el volcán y tus ojos, ese es mi paraíso. Ahí quiero mi eternidad y todas las que me sean posibles.
Teníamos planes para agosto, Tlanixco, Metepec, el volcán. Ahora sólo son recuerdos del futuro juntos, como tantos otros. En la próxima vida, nos encontraremos. Nuestras almas están unidas por algo más fuerte que la razón, la distancia, los cuerpos y el mismo destino.
Tanto, tantísimo espacio y encontrarnos sin buscarnos, 16 años de todo y nada, de tanto con tan poco.
En la próxima vida, por ahora, te espero en mis sueños.

ESCÚCHESE: Puente, Cerati. Una de tantas canciones nuestras.

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