domingo, junio 05, 2005

La mallas del poder, M. Foucault. Sí, sí... también por mí.

Foucault, analizando la noción de poder, nos presenta su interpretación de algunas causas-efectos del Poder-Represión.
Empiezo por recordarme a mí misma, na’más pa’ no perder la costumbre, el ethos de occidente, ethos de producción, contrario al ethos hedonista de oriente. Oriente esperando y confiando en la Nada, mientras Occidente siempre espera un premio, aunque éste sea la vida eterna…
Occidente viviendo en decadencia e histeria colectiva necesita algun tipo de esperanza dentro de su delirio, alguna esperanza… y los más truchas, o reprimidos y envidiosos comienzan con prohibiciones.
El poder no prohíbe por prohibir. Prohíbe para que produzcas. La represión produce el saber. Aquí hasta tu subjetividad es vigilancia.
Lo que nos mueve es el deseo y el poder lo sabe y explota, controlan nuestro instinto a través de la producción y poder.
El “No debes/debes” es el poder… no por respeto ni honor… “no debes… porqué si no…” nuevamente aparece el Miedo, represión. Pareciera que estamos jodidos, jodidos por todas partes.
La represión-vigilancia-castigo es lo que nos hace seguir vivos.
Esto es necesario para que gire esta rueda-fortuna que llamamos Destino. Crimen y castigo, delincuente, adicto, arte, ensayo y reprimido. Si no hay sucios no hay limpios. ¡Ensúcialos más y estarás más limpio que nunca! ¡Mata la cabeza y el cuerpo morirá!
Al principio el deseo nos motivó, ahora el deseo nos consume…
ESCUXESE: Mi mente hexa un caos... por mí misma.

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