Una nota atrasada... muy atrasada... quizá la última.

Sí. Ya lo sabía. No soy tan fuerte y silenciosa. Y sólo me quedan las letras para decirme a mí misma lo que siento y lo que pienso.
No sé qué está más lastimado; mi ego o mi corazón…
Me es difícil imaginar que yo estuve mal en tantos momentos que recuerdo en cualquier momento.
Lo que me recuerda a ti procuro esconderlo. Y al paso que voy, terminaré escondiendo mis manos, mis labios, mis ojos… y sabes, por momentos quisiera esconder la Luna.
Necesito ir al mar, estar sola y en silencio. Y seguir escribiendo tu nombre en el viento para que lo arrastren las gaviotas entre sus alas, o escribirte en la arena para que te trague el mar y así tendré algo más porqué temerle.
Hoy es Luna Llena, y cual licántropo le tengo miedo.

-Esto es lo que querías, ¿no es así?

-Sí. Pero no de esta forma. Aunque de algún modo yo lo presentía. Rara vez me equivoco.
Me equivoqué contigo y acerté conmigo.

Estoy aprendiendo.
Me cuesta trabajo no pensarte, aunque ya nada es lo Mismo. Y según tú, nunca lo fue.

Espero no soñarte… o al menos que esto no sea un sueño.

En el caudal de mis demonios tú fuiste mi balsa. En la avalanxa de recuerdos tú eres mi olvido.

Espero no soñarte… o que esto no sea un sueño…

Quiero decir en vida:

Aún tengo los recuerdos…
Ya sanaron las heridas.

Enero 25, 2005. Martes.

ESCUXESE: Engaña, Gustavo Cerati, Bocanada.