viernes, septiembre 22, 2006

Un mocca de ojos sonrientes, por favor!

Escuxo voces, veo sombras, repito nombres y nombro las cosas...
Soy como un perro de la noxe sin fe y sin dueño. Vago e inquieto.
-A qué me invitas cuando dices juguemos?
Roja es mi sangre, densa y salada, se amontona en mi frente, siento que el cerebro me aplasta.
Las pastillas y el café no me son suficientes, la pluma y hoja sólo me ponen a querer plasmar tu mirada.
No la tuya, la de él.
Cristalina, penetrante, dulce y arrogante, juguetona, nueva y constante. ¡Parece sonreir con los ojos, con la mirada!
¡Dulces ojos sabor mocca!
Y yo jugando contigo, no con él, contigo, mientras te terminas mis ganas. Tú solo, tú solo.
Quiero cansarme de ti, de tu juego de sube-baja, como micro chilanga...

-Esquina, bajan!


Te estás acabando mis fuerzas, te estás jodiendo el alma.
él, no tú. él inquieta mi sueño, mi energia, despierta mi sonrisa, compenza mi Karma.
Sus ojos sonrientes y esos labios que parecen un atardecer en plena calma.
Sus uñas son alas de libélulas atrapadas en sus dedos de palma. Sus manos como gotas que cuelgan de sus brazos de plata.
Piel de arena de medio desierto; calida, dorada, no tan dulce, no tan salada.
¡Esa sonrisa chispeante que me regalan tus ojos! Sus armoniosas palabras.
¡Me encanta!
Sobre todo cuando trae esa chamarra despintada, y más cuando me canta.
Rara vez me quedo quieta, no me imagino cuantas noxes te regalaré mi sueño. Pero qué más da estar despierta por el café de esta tarde. Podría no dromir muxas noxes más a cambio de ver tus ojos sonrientes sabor mocca!
Duerme tranquilo, desde aquí velo tu sueño. Dulces sueños estés teniendo. Que sabor mocca son mis desvelo...

viernes, septiempre 22, 2006, 03:26hrs

ESCUXESE: Pulsar, Gustavo Cerati

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio