viernes, julio 01, 2005

Recuerdos absurdos de 1000tardes alteradas por la sobriedad de esta tarde de verano...

A discreción del público ausente, no contaré la trágica tarde donde la mejor copiloto que he tenido y yo, la mejor corredora que tuvo mi Pequeño Cabaret Ambulante (porque yo no lo manejaba, lo corría y juntos nos conducíamos por esos benditos rápidos de adrenalina…) perdimos la oportunidad de salvar el mundo… en cambio les comparto un resumen de 1000 tardes…
Era el año 3 del siglo XXI de Nuestro Señor… cosa de todos los días…
En ese entonces, estaba más viva que nunca… aunque fue el principio de mi primer final…
- Qué onda!?
- Bonita tarde, no?
- Sí. Qué hacemos?
- Lo de siempre…
- Me agrada la idea! (mientras mis ojitos centelleaban y mis pupilas se dilataban tras mis ya tradicionales lentes negros…)
- Vamos pues! Al momento que emprendía movimiento…
- No, no! Vámonos en el Cabaret!...
Entonces partíamos a donde nace el sol… y ahí estaba… azul, radiante, alucinante! Ese cínico y discreto fierro retorcido! Cómplice de tanto… juez de nada. Lo trepábamos, salíamos de territorios autónomos y llegábamos a tierras de perdición de auto-servicio. A veces 2, otras 3, otras más, oficialmente 2 con cargamento para 5 –Risas!-
Regresábamos a tierras sin ley, sin dios y sin fe, a veces ahí, otras frente al mar… sólo era comenzar sin importar donde termináramos o cómo… sin un centavo, con hambre y frío, un moretón en algun brazo, negociando con alguno de los 3 poderes de la Nación, con la dignidad colgada al cuello o… con algún hueso semiroto por algún golpe o caída de la vida… -risas!- Ah! Maravillosos días! Alcohol! Dulce tormento! Las ricas memorias de esta alma loka que lleva algunas excéntricas semanas sin beber ese elixir ámbar tan dulce y amargo a la vez. Que muxos vulgarmente llaman cerveza… por qué me ausento? Pues… problemas internos, no, existenciales no. Al menos no de todos los días… quiero más morfina!
En fin! Todas las tardes! La mayoría, casi cosa de todos los días… noxes llenas de canciones a gritos sin lagrimas tristes… sencillamente maravilloso!
Luego, nos conducíamos en el mar de autos multicolores, a la velocidad que la distancia y mi coordinación motriz permitía… para ir a comer tacos y hacer apuestas de chiles!
Perderme en el bullicio de mis recuerdos no está haciendo más que provocarme ganas de beber… tardes o días enteros llenos de alcohol, tabaco, fútbol y perdición! –Risas!- aaah! Maravilloso! Acompañadas por noxes llenas de vértigo y alucinaciones arácnidas (comúnmente acompañadas por sudores fríos.) y las mañanas… joder! Llenas de ‘chilaquiles’, caldo de abulón, lentes negros, sombra al pasto como becerros tiernos y ese terror al sol que me persigue aun… después, la clase con ese maestro de labios comibles y sonrisa coqueta… después… que hacemos? Lo de siempre!
Y nuevamente allí estaba nuestro compañero metálico más cínico… (hasta el momento).
Y así, cada tarde era una batalla épica con nuestras bajas pasiones donde finalmente terminábamos en alguna barra junto a nuestra voluntad. Y así pasaron muxos soles y la oportunidad de salvar nuevos mundos…
Siempre es mejor un trago aventurero con los amigos que hacer algo por todos y que ni a ti te importa…
ESCUXESE: El himno de esos días... Pena tras pena, El Recodo!

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