miércoles, marzo 03, 2004

una posesión peculiar

lo mejor de todo es que en mis debiles pero vitales extensiones tuviste aposento. la estrella solar en su cúspide se mostraba. fue nuestro momento. uno de tantos.
el recuerdo te trae a mí con la velocidad que atravieza el plomo a la piel, carne, nervios y tuétano; tan hiriente y profundo que describir me es no posible.

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