Testificando...

Señores del jurado… admirable público justiciero interno ante el cuál diariamente me enfrento, confieso, platico, río, lloro y te extraño… pues nada… aquí me tienen pensando y analizando mi vida y no haciendo otra cosa que pensarte y darte vueltas y atraparte! Esperarte y desearte! Qué me diste? Soy constante, yo te sigo, no me quedo. Sólo dime qué… o no digas nada. No me temes? No te intimido, tú sí a mí. A pesar de conocer cada centímetro de tu cuerpo, cada momento descubro más de ti… eres infinito! Me eres infinito! Y te siento y te quiero eterno entre mis brazos y te me esfumas y me dejas tu aroma al despertar y tu voz me arrulla con los buenos sueños y te sueño los días enteros y cuando te tengo me fundo contigo y somos eternos. Señores. Ese hombre me tiene dulcemente secuestrada! Y él lo sabe! Y lo disfruto tantooo! Me declaro culpable de poner mi vida en sus manos! De que seas mi sicario favorito! Y tú lo sabes! Y me sabes cuando te digo como te digo… el día que publique en este blogg que te digo Bombón, ese día no tendré marcha atrás… así de simple es mi vida, así de complicados son mis días. Ahora simplemente me limito a esperar que esta noxe también me llames y mi sol salga mañana cuando me pierda en tu sonrisa y tus brazos…

ESCUXESE: Ay amor, Víctor Manuel.